domingo, 23 de octubre de 2011

CASI OMNIPRESENTE

 He aquí mis amigos hoy nos fotovisita un fiel emplumado amigo de los humanos, es nada más y nada menos que el gorrión común (Passer domesticus domesticus), seguramente ya lo identificó como aquel pajarito que sin necesidad de jaula le cantará a su ventana he intentará nidificar en el cielo raso de su techo, así es el siempre tan compañero.
 Son originalmente de Eurasia y el norte de África, fueron introducidos, esparcidos, transportados, llevados por el hombre de forma deliberada y accidental; eso y su enorme capacidad de adaptación han hecho que ésta especie esté muy lejos de aparecer en alguna lista de extinción.  Entre las principales características a las que debe su éxito están, la diversificación de alimento, come insectos y restos de la basura orgánica desde tortas de cumpleaños con crema chantilly hasta el arroz del majadito, otra característica no menos importantes es la fidelidad de pareja que se turnan la incubación de una nidada de entre tres y cuatro huevos, incubados nidos que son hecho en los recobecos que encuentren en cualquier espacio de la casa medianamente alto que hubiese quedado en el olvido, como los cielos razos rendijas entre las tejas y la pared etc. y otra adaptación, lo hará con cualquier material blando acolchonado y buen conductor del calor, que encuentre como pasto, hilos, hilachas de la ropa tendida para secar, algodones, retazos de bolsas viejas etc. y la cría saldrá en un tiempo de incubación de 10 días y en 14 días más ya estarán emplumados y haciendo con los padres los primeros pininos de vuelo y búsqueda de alimentos.
En Sudamérica están desde tierra del fuego desde 1872.
En Bolivia se los puede ver en tódas las áreas urbanas del país desde los 100 hasta los 4000 metros sobre el nivel del mar.

2 comentarios:

Salomé Guadalupe Ingelmo dijo...

A menudo dejamos de apreciar lo cotidiano, no importa cuán valioso sea. La costumbre es un mal vicio.

Sixto Angulo dijo...

Totalmente de acuerdo Salomé, lo bueno es que el redescubrimiento te llena de alegría. lo importante como dices, es no sentirse cómodo con la costumbre.