
Se podría decir que la vanidad lo domina, porque siempre está paradito donde es fácil de ver, aunque de seguro esta no es la razón, se lo agradecemos a nuestro querido hijo del sol (
Pyrocephalus rubinus), sin ser machista, lo de el es pura belleza androgénica, ya que la hembra no es tan refulgente si no más bien opaca, de dorso gris pardo, y pecho blanquecino con estrías grises, con un poco de anaranjado rosáceo en el vientre y parte de las subcaudales. A esta especie le gusta más bien los sitios abiertos, se la puede ver también en la ciudad, o en potreros de ganadería, o en los alambrados junto a los caminos carreteros.
A la hora del cortejo es todo un galán, el macho vuela hacia arriba en línea recta incluso hasta los 30 metros o un poquito más, luego cae lentamente mientras le canta a su amada.
Como buen miembro de la Familia
Tiranidae, es insectívoro, cazando sus presas al vuelo, o en maniobras de picada hasta el suelo, verlo es todo un espectáculo.
Se distribuye desde Norte-América hacia Sur-América, exceptuando Chile.
Es un migrante Austral, en Bolivia se lo vé más o menos desde Julio, aunque tenemos residentes. Está registrado para los Departamentos de Pando, Beni, La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija.
2 comentarios:
Estimado Sixtopolus, Es una linda foto de un ave tan hermosa.
Sigue adelante con esa pasión por nuestras aves y su entorno.
Sixto... muy buena página... un poco tarde la he encontrado... en Chile si está presente el Pyrycephalus rubinus, es llamado "Sa-tu-real"... nombre onomatopéyico.
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