OBSERVADOR OBSERVADO

Con sus grandes ojos, que parece esperar tu respuesta, aunque no a preguntado nada, el Chiñi (nombre común en Bolivia, aunque varía la especie según la zona cultural), lechuza terrestre, Tiptiri o Kojko (en Aymara) o para la ciencia Athene cunicularia, es una de las lechuzas más fácil de ver, y para nada es por tener vistosos colores ya que todo lo contrario sus colores son tonos de gris y café que a veces lo vuelven invisible ante ojos que no estén atentos, la razón de verse a menudo es que les gusta pararse en alturitas ya séa en la punta de termiteros, postes de alambrado o postes del tendido eléctrico como el caso del de la foto y además suelen tener gran actividad diurna. Son unos campeones de la sobrevivencia, no sólo por ser pacientes cazadores oportunistas de una gran diversidad de presas: insectos, crustáceos, escorpiones, roedores pequeños, reptiles, aves y anfibios, no selecciona su alimento sino que come lo que el ambiente le ofrece en ese momento, a demás se adapta y utiliza los cambios producidos por el hombre, otro detalle sorprendente es por ejemplo el nombre de especie A. cunicularia ("cunicularius") significa mina o minero, pero no por capricho taxonómico sino porque sus nidos son túneles hechos en la tierra y pueden llegar a tener 5 m de largo, que cava con sus garras y pico.

Luego de ingerir sus presas la lechuza regurgita los restos no digeridos, a esta masa compacta se le denomina egagrópila. Dentro de este regúrgito podemos encontrar huesos, plumas, partes de insectos, conchas de caracol, pelo de roedor, etc. Las lechuzas regurgitan en sus nidos o en lugares donde se posan para descansar. Al regurgitar la lechuza esta lista para comer otra vez.

Este Chiñi el Athene cunicularia tiene muchas supespecies, en Bolivia están identificadas 3: A. c. cunicularia, A. c. juninensis, A. c. boliviana. encontrándose en los 9 departamentos del país, por todas sus características adaptativas a su entorno se distribuye en toda América, excepto al noroeste de Brasil.