domingo, 17 de febrero de 2008

CAZADOR SILENCIOSO


Tyto alba tuidara , no es el nombre de algún empresario latino con raices árabes, si no, el nombre científico de la especie y subespecie reportada para Bolivia de la legendaria Lechuza de los campanarios, un ave fantástica pero por mucho tiempo calumniada, con la que mucha gente justificó su miedo a la oscuridad de la noche.

Tyto alba, La Lechuza, gracias a su apego a los sitios abiertos, se ha adaptado muy bien a la civilización humana que tanto le gusta abrir todos los sitios que pueda, por esto se la puede ver, o escuchar en las ciudades, donde en algunos sitios anida en los techos de las casas o iglesias, de ahí su nombre de lechuza de los campanarios.

Esta formidable ave que habita en todo el mundo, excepto en altas latitudes, tiene adaptadas las alas para lograr un vuelo silencioso que la vuelve practicamente invisible hasta que grita, que aunque tiene varios "cantos", los más reconocibles o típicos son: un grito lúgubre que explicaría porqué su mala fama en la cultura popular, y un castañeteo nada melódico aunque más suave que el grito.

Pero su mala fama, tal vez la haya ayudado un poco, ya que nadie quiere tener de enemiga a la comunidad Lechuzil, y a muy poca gente le agradaría comprarse una para que esté en la sala para las visitas, o sea comparada con la triste suerte de otras aves, la lechuza puede que esté más tranquila; pero esto compensa con su no tan buena suerte natural, ya que estas increíbles aves que mantienen a raya las poblaciones de los roedores (aunque también caza pequeños pájaros, insectos y, en menor medida, anfibios y reptiles), tiene muy corta vida, ya que es raro que superen los 2 años de vida, es muy poco considerando que es un ave relativamente grande (33 a 35 cm de longitud, con una envergadura de entre 80 y 95 centímetros y con un peso medio para los adultos de unos 330 gramos, sin diferencia entre sexos). Si esto fuera poco su tasa de supervivencia al primer año es muy baja, oscilando entre el 25% y el 35%.

A parte de los sitios de anidación que pueda encontrar en las ciudades o instalación productivas humanas, hace nido en Bosques en hueco de árboles y la cría se da en cualquier época del año, pone de 4 a 7 huevos, que la mamá incubará durante unos 32 días ya que el abnegado padre estará ocupado cazando para toda la familia.

Existen muchas subespecies en el mundo, con varianza leves de coloración, aunque otras de adaptación a sitios difíciles. En Bolivia sólo tenemos reportada la subespecie tuidara, que se la podría, si tiene suerte de verla, en los 9 departamentos del país.






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Una de de las más lindas lechuzas si es que que no es la mas bonita. Aunque generalmente se pone más valor a aquellas cosas poco comunes, creo que por lo menos en este caso no es así, auque se vea varias veces a esta ave siempre es un momento especial.
CLAU.

Viento dijo...

Muy interesante el informe, Sixto, porque es muy entendible para quienes no somos de la comunidad cientifica.
La lechuza es mi ave favorita, no soy muy amante ni conocedora de las aves, pero esta llama particularmente mi atencion por la belleza de sus formas.
Un Abrazo
V.